El dos de septiembre puede ser un día como otro cualquiera. Para muchos, después de las vacaciones de verano, puede ser la vuelta al trabajo, al colegio, a los estudios… a la rutina, quizás. Esta fecha, sin embargo, puede ser tan señalada como uno quiera: donde se pone el foco, se alumbra aquello que la penumbra alberga. El dos de septiembre de 1997, por ejemplo, murió el neurólogo, psiquiatra y filósofo austriaco Victor Frankl, autor de El hombre en busca de sentido. La vida de Viktor Frankl abarcó prácticamente todo el siglo XX. Sobrevivió a dos Guerras Mundiales y a los campos de concentración nazis y fue el fundador de la logoterapia.
También un dos de septiembre fue la fecha en que falleció William Rowan Hamilton, a quien pocas personas hoy conocen, más allá de aquellas que hayan estudiado matemáticas o física. William Rowan Hamilton nació en Dublín en 1805, un siglo antes que Viktor Frankl. Descubrió los cuaterniones, también llamados cuaternios, que son una extensión de los números reales al espacio de cuatro dimensiones. También suya es la mecánica hamiltoniana y el hamiltoniano, una función escalar a partir de la cual se obtienen ecuaciones de movimiento en un sistema mecánico clásico.
En el siglo XXI, el dos de septiembre es la fecha en que se conmemoran el Día Mundial del Coco —entiéndase la fruta, no el cerebro— y el Día Internacional de la Crianza Respetuosa que coincide con el fallecimiento, en 1990, de su promotor, el psiquiatra y psicoanalista inglés John Bowlby, quien promovió el desarrollo infantil y elaboró la teoría del apego.
Ya van tres fallecimientos y dos conmemoraciones. ¡Vayamos por un nacimiento! El dos de septiembre de 1989, seseintaiséis días antes de la caída del Muro de Berlín, nació en la isla de Tenerife Ayoze González Padilla. Ayoze, dicen, es un nombre de origen majo, es decir, de la isla de Fuerteventura, conocida como majorera. El historiador y médico tinerfeño Juan Bethencourt Alfonso, en su Historia del Pueblo Guanche, habla de la leyenda de dos reyes rivales, Guise y Ayose, que gobernaban Fuerteventura. Al parecer, ambos tenían una fuerza hercúlea. En algún momento, la s se cambió por la z, aunque para los canarios y latinoamericanos, Ayose y Ayoze se pronuncian de la misma manera.
Regresemos a Ayoze G. Padilla, cuyo trigésimo quinto cumpleaños se celebra hoy. Fue mal estudiante de secundaria en el colegio. Desde muy joven, estuvo vinculado al arte, desarrollando una carrera como bailarín y, posteriormente, coreógrafo. Años más tarde se resarció de su época de «mal estudiante» consiguiendo una doble licenciatura en Musicología y Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha sido investigador becado por el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC y es uno de los pioneros en bioética del espacio en España. Ayoze es, además, el director fundador de Numinis – Revista de filosofía. Es una persona muy polifacética, creativa, bibliófila y bibliómana —quizás más lo segundo que lo primero— e hiperactiva: filósofo, musicólogo, escritor, editor y otras muchas cosas más que solo el tiempo y los años aquilatarán en una consolidada carrera como investigador y polígrafo.
Michael Thallium