Blog > 
De orquestas sinfónicas juveniles

De orquestas sinfónicas juveniles

(Texto escrito por Victor Morales, pianista y director de orquesta)

Victor 2El hecho de que el sistema educativo actual incluya la asignatura de «orquesta»  como parte del currículo, ha permitido a cientos de jóvenes estudiantes de música acceder a esta actividad, fundamental para el desarrollo de la persona y que, además, puede convertirse en su profesión en el día de mañana.

Esta circunstancia y la ilusión por hacer música ha desembocado en la eclosión de gran cantidad de orquestas y bandas juveniles de carácter amateur en su mayoría, y algunas con vocación de convertirse en una agrupación profesional.

¡Y es que no podía ser de otra manera! Tan sólo hay que pararse a pensar en los numerosos beneficios que aporta a nivel individual y, en consecuencia, a nivel social, una actividad de estas características.

Entre estas virtudes destacaría el factor formativo, no solo desde el punto de vista técnico musical, sino también desde el punto de vista humano, ya que la música sinfónica tiene su base en valores éticos y estéticos, con todo lo que conlleva en cuanto al conocimiento de términos y conceptos estilísticos, filosóficos e históricos se refiere por parte del músico.

La orquesta es también un vehículo de socialización y desarrollo personal tremendamente eficaz. Constituye el modelo de equipo perfecto ya que el resultado final depende de la voluntad, la cooperación y el esfuerzo de todos sus miembros. Esto supone el compromiso y la disciplina que asume el músico al formar parte del colectivo.

Otro de los aspectos que podemos resaltar es la versatilidad que ofrecen estos conjuntos sinfónicos. Se pueden plantear proyectos con músicas de todas las épocas y géneros e, incluso, se pueden fusionar músicas tan lejanas aparentemente como el hip hop y la sinfónica. Esto implica una programación variada y rica, desprovista de prejuicios, pero dotada de altas dosis de sentido común. No se trata de hacer cualquier cosa, sino de que lo que se haga sea coherente, independientemente del estilo de las obras.

Pero, voy más allá. Me gustaría remarcar la plataforma que representa este tipo de agrupaciones, enfocada desde el punto de vista de ofrecer protección y oportunidades a los jóvenes para salir de situaciones de exclusión social y marginal. Podemos citar, como paradigma, el proyecto del economista y músico venezolano Juan Antonio Abreu, Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela y su Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, que ostenta entre otros reconocimientos el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2008.

victor

Para finalizar este breve artículo, quisiera transmitir la idea de que a pesar de que no todos los integrantes de una jóven orquesta sinfónica van a dedicar su vida al servicio de la música como profesionales, al menos tenemos la ilusión y la esperanza de que se convertirán en grandes melómanos y público experto en los conciertos y contribuirán a que esta actividad se consolide en la sociedad y, lo que es mejor, en sus propias vidas. Bravo por ellos.

Víctor Morales
Pianista y Director de Orquesta

(Text originally written in Spanish by orchestra conductor Victor Morales.
English version by Michael Thallium)

Victor 2The fact that our present Spanish music educational system includes the orchestra as part of the curriculum has allowed hundreds of young music students to gain access to this activity, essential for the personal development, which can turn into their career in the future.

This element and their enthusiasm for playing music has led to the dawn of a big number of youth orchestras and bands, mostly amateurs. And some of them are called to be professional someday.

It could not be otherwise! Just think about the great benefits such an activity can provide at a personal level as well as at a social level. Among the virtues of it, I would emphasize the educational element, not only from a technical and musical point of view, but also from a human point of view, because symphonic music is based on ethical and aesthetic principles. This involves a great knowledge musicians must have on aesthetic, philosophical and historical terms and concepts.

An symphonic orchestra is a tremendously efficient means of socialization and personal development. Orchestras represent a model for a perfect team, because the final result depends on the will, cooperation and efforts of every single member of the orchestra. This involves compromise and discipline by the musicians when they want to be part of a group.

Another thing I would like to emphasize is the versatility of the symphonic groups. You can design projects based on music from different times and genres and you can even create a music fusion between apparently so distant styles such as hip hop and symphonic. This involves varied and rich programs, devoid of prejudices, but also with a good deal of common sense. It is not about doing «anything», but to achieve «something» coherent regardless of the music genre you are dealing with.

But I would like to go even deeper. These kind of music groups are a platform to provide young musicians with protection and opportunities to escape social exclusion and marginalization. As a paradigm of it, we can find the fantastic project of the Venezuelan economist Juan Antonio Abreu. His National System of Youth and Children’s Orchestras of Venezuela and his Symphonic Orchestra Simón Bolívar was awarded the Prince of Asturias Award for the Arts 2008.

victor

And just to finish this short article, I would also like to pass on the idea that, even if it is true that not all of the members of a youth orchestra will end up dedicating their lives to music as professionals, however, I have the hope they will become great music lovers and expert audiences at concerts and they will contribute to strengthen this activity in our society and, even better, in their own lives. Bravo to them!

Víctor Morales
Pianist and Orchestra Conductor

Festival Internacional de Castañuelas