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El peor testimonio que jamás obtuve

El peor testimonio que jamás obtuve

¿Cuál es el peor testimonio que jamás puedas conseguir? La respuesta es sencilla: aquel que te olvidas de pedir.

A algunas personas – especialmente quienes empezamos una nueva empresa o proyecto – nos entran los nervios escénicos y las dudas cuando hemos de pedir opiniones o testimonios a nuestros clientes, sobre todo, si queremos obtener esos testimonios que son tan estupendos y que nos confirman que estamos en el buen camino. Ante este canguelo emprendedor, muchas veces evitamos pedir esos testimonios pensando que molestamos o, lo que es peor, que no somos los bastante buenos. Justo ese es el problema, porque los testimonios de otras personas sobre el trabajo que haces es una de las mejores maneras de que otras personas confíen en tu marca, especialmente en Internet.

He aquí cinco consejos, que tomé de Keith Ferrazzi, para no perder jamás una oportunidad ni obtener un testimonio vago o poco entusiasta.

1.º No temas preguntar, dicho de otro modo, ¡pregunta! En el peor de los casos lo único que van a responderte es “no”. Cuanto más preguntes, más conseguirás. Y si resulta que con el tiempo te das cuenta de que se te hace muy difícil encontrar a personas que tengan una experiencia positiva con tu marca, entonces escucha la señal de alarma que te indica que has de examinar el producto o servicio que ofreces a tus clientes.

2.º Construye una relación personal. Es posible que haya algunos clientes que se resistan a ver su nombre escrito en cualquier tipo de contexto publicitario o de mercadeo. Sin embargo, cuanto más les importes a ellos, tanto tú como el éxito de tu empresa, más probable será que accedan a dar su testimonio – particularmente si les dejas claro que su testimonio marcará la diferencia. Sé transparente con tus clientes sobre la posición en que está tu negocio y pídeles su apoyo.

3.º Pide opinión a las personas con quienes tratas en tu negocio. Si te acostumbras a pedir opiniones a tus clientes, crearás confianza y cultivarás la relación al mismo tiempo. Para no olvidarte de ello, convierte en hábito lo de pedir un testimonio cuando llegues a un acuerdo o hayas entregado un producto u ofrecido un servicio a tus clientes.

4.º Guíalos. Incluso aunque el cliente haya tenido una gran experiencia contigo, eso no significa que sepa comunicarlo a los demás. Ayuda al cliente dándole algunos ejemplos de citas con las que puede trabajar, pero déjale muy claro que quieres que su testimonio sea sincero. Podrías decirle algo así como “Sé que estás ocupado, así que para facilitarte las cosas, me gustaría darte algunos ejemplos de testimonio – lo que sueño que digan de mí los clientes. Entonces adáptalo a tu experiencia según veas. Por favor, sé franco.”

5.º Conoce los valores del producto o servicio que ofreces. Si no estás seguro de como presentar esos brillantes ejemplos de testimonio, haz una lista con los valores del producto o servicio que ofreces. Quieres testimonios que hablen de concretar, de obtener resultados convincentes que se corresponden con los valores de esos productos o servicios que ofreces.

Adelante, ¡pide el testimonio de alguien hoy!

Dime, ¿cuál es el mejor testimonio que jamás conseguiste y por qué?

Michael Thallium

Festival Internacional de Castañuelas