Adaptación al español del original inglés por Michael Thallium. Si deseas leer el original en inglés, visita: The Joys of Teaching de Amit Nagpal. “Moving up from good to great” (Ascender de lo bueno a lo grande) es una columna mensual sobre cómo llegar a ser un gran ser humano y ofrece dos opiniones sobre el tema desde oriente (Amit Nagpal, en la India) y occidente (Michael Thallium, en España).
LA CONFIANZA NOS ENGRANDECE
Opinión de Amit Nagpal
¿Por qué algunas personas inspiran confianza y otras no? ¿Cómo decidimos si una persona es merecedora de confianza o no? ¿Desempeña la percepción un papel muy importante o son las competencias y el carácter de una persona?
Compartiré mis experiencias y puntos de vista. Yo decido si una persona es merecedora de confianza basándome en los siguientes factores, a saber:
- vibraciones y lenguaje corporal,
- trayectoria,
- competencias requeridas,
- preferencias personales / valoración de actitud (en especial la positividad, la ética y el egoísmo).
Vibraciones y lenguaje corporal: tengo un gran sentido para percibir las vibraciones y me echo para atrás con los comportamientos ultrainteligentes y esnob. Es más fácil decir mentiras con el lenguaje verbal, pero el lenguaje corporal puede revelar muchas verdades. A veces puede revelar nerviosismo, timidez, etc, que posiblemente no sean rasgos negativos en sí mismos, pero pueden crear problemas en determinadas profesiones.
Trayectoria: la trayectoria de una persona puede juzgarse basándonos en las conductas del pasado o los documentes (certificados de experiencia, premios, recomendaciones, etc.). La trayectoria debe casar con nuestros requisitos. Puede que estemos buscando un amigo muy leal (con compromiso a largo plazo) o un empleado, por ejemplo. «Gato escaldado, del agua fría huye» – resulta difícil confiar en alguien que en el pasado nos ha dejado tirados. Un cliente me preguntó una vez: “¿Si alguien me asegura ‘he mejorado’, debería perdonar y continuar a pesar de la mala experiencia del pasado?” Mi respuesta fue: “No confíes en esa persona con una tarea importante de forma inmediata.” La confianza se desarrolla lentamente y cuanto más crucial es la tarea que se confía, más merecedora de confianza debe ser la persona.
Competencias requeridas: el conocimiento, las habilidades y actitudes que se requieren para una tarea específica son, por supuesto, esenciales para inspirar confianza. Su valoración puede hacerse formal o informalmente en función de la situación.
Valoración de la actitud: que alguien me inspire confianza es también una cuestión de preferencias personales. Una persona egoísta puede ser muy competente profesionalmente, pero me resulta más fácil trabajar con personas colaborativas (dar y tomar) antes que con egoístas. Las personas positivas y éticas me inspiran más confianza, y me gusta entablar una conversación para averiguar cuán auténticamente positiva y ética es una persona. He llevado a cabo entrevistas de estrés y ejercicios para estar al pie del cañón durante años y eso me sirve para juzgar a la gente rápidamente. Con la experiencia también desarrollamos un sentido para pillar las mentiras.
Me acuerdo de la teoría de la contingencia en administración, que dice que cada situación es única y de ahí que no haya una fórmula estándar para una situación de gestión determinada. Estas directrices son muy amplias y, por ello, tanto confiar como cuánto confiar y qué tareas confiar a quién y cuándo no confiar, solo puede decidirse en función de la situación.
Una persona inteligente y de confianza gustará y será respetada más que una persona ingenua y desconfiada. Pero confiar o no confiar es una eterna pregunta.
LA CONFIANZA NOS ENGRANDECE
Opinión de Michael Thallium
No me cabe duda de que la confianza nos engrandece. En un entorno en el que la confianza es alta, uno puede hacer las cosas más rápidamente y a un menor coste. Todos podemos aprender a confiar, no solo para hacer las cosas más rápidamente o a un menor coste, sino para crear alegría, prosperidad y sentirnos con más energía. La capacidad de aprender es en sí misma algo que se puede aprender, especialmente a una edad joven. Por eso, es esencial ayudar a los jóvenes a ser más inteligentes y a confiar. Sin embargo, todos podemos aprender a confiar independientemente de la edad que tengamos. Y créeme, no es tan difícil… aunque tampoco es fácil. Requiere tiempo, esfuerzo y compromiso. Por supuesto, la primera persona con quien hay que empezar es uno mismo: «¿Confías en ti mismo?» y «¿Quién confía en ti?”
Ahora bien, es posible que te estés preguntando, “¿pero cómo puedes confiar en un mundo en el que la confianza es baja?” Para responder a esta pregunta quisiera recomendar dos excelentes libros sobre este tema: “La velocidad de la confianza” -en una anterior edición también llamado “El factor confianza”- y Smart Trust -“Confianza inteligente”, en la fecha en que escribo este artículo, aún no traducido al español- de Stephen M. R. Covey y Greg Link. Estos autores identificaron 13 conductas comunes en las personas de gran confianza. Las primeras cinco conductas se basan en el carácter; las cinco segundas, en las competencias; y las tres últimas son en partes iguales carácter y competencia.
- Principalmente basadas en el carácter: hablar claro, demostrar respeto, crear transparencia, enmendar los errores, mostrar lealtad
- Principalmente basadas en competencias: presentar resultados, mejorar, afrontar la realidad, clarificar las expectativas, practicar la responsabilidad.
- Tanto carácter como competencias: escuchar primero, mantener los compromisos, ampliar la confianza
(Si deseas aprender un poco más sobre estas conductas, lee “Las 13 conductas de un líder de gran confianza”)
Quizás haya personas que piensen que esto no es más que retórica y moralina barata. ¡Pero no lo es! No estoy diciendo que haya que confiar en todo y en todas las personas que se cruzan en nuestro camino. No. Eso sería una especie de “confianza ciega” que tampoco es buena. Estoy hablando de una confianza inteligente. Y la primera acción que uno puede emprender es creer en la confianza. Esto no depende de nadie más que de uno mismo. Las creencias rigen nuestra conducta y nuestras acciones. Lo que uno cree es más importante que lo que uno sabe. ¿Crees que mereces que confíen en ti? ¿Crees que se puede confiar en la gente? ¿Crees que ampliar la confianza es una mejor forma de vida?
Ya dije anteriormente que la primera persona con la que empezar es uno mismo. ¿En qué medida te estás dando a ti a mismo y a los demás una persona en quien se puede confiar? ¿Qué puedes mejorar de tu carácter y competencias para que la gente confíe más en ti?
Otra acción que uno puede llevar a cabo para lograr esa confianza inteligente de la que hablé anteriormente es declarar las intenciones y asumir que los demás tienen una intención positiva. Haz tuyo el siguiente lema: “Usted tiene intención positiva hasta que se demuestre lo contrario”. Haz lo que dices que vas a hacer. Cuando no hacemos lo que dijimos que íbamos a hacer, entonces generamos desconfianza… Y si quieres recuperar la confianza, tendrás que enmendar los yerros.
Sé el primero en dar el primer paso para ampliar la confianza en los demás. Si quieres ser una persona que inspire mucha confianza, ¡toma las riendas! Por supuesto que, entonces, aparecerán las dudas. ¡Todos las tenemos! Pero si tomas las riendas para confiar más en ti mismo y en los demás, entonces estarás contribuyendo a crear un mundo más grande y mejor. Ampliar la confianza es un viaje continuo, sin fin: ¿Cómo mejora la vida de alguien porque se ha cruzado en tu camino? Confía en ti mismo y encontrarás algunas respuestas y, lo más importante, ¡te convertirás en una persona grandiosa!
This is a monthly column on becoming a great human being and has two opinions on the subject from eastern and western parts of the world namely Dr Amit Nagpal from India and Michael Thallium from Spain. If you wish to read more articles on this topic, please visit The Joys of Teaching by Dr Amit Nagpal.
TRUST MAKES US GREAT
Dr Amit Nagpal’s opinion
Why do some people inspire trust and some do not? How do we decide a person is trustworthy or not? Does perception play a major role or the competencies/character of the person?
I will share my experiences and views. I decide whether the person is worth trusting based on the following factors viz.
- Vibrations and body language
- Track record
- Required competencies
- Personal preferences/Attitude assessment (particularly positivity, ethics and selfishness)
Vibrations and body language – I have a strong sense of vibrations and get turned off by ultrasmart and snobbish behavior. It is easier to tell lies with the verbal language but body language can reveal many truths. Sometimes it may reveal nervousness, shyness and so on which may not be negative traits as such but may create problems in certain professions.
Track Record – A person’s track record can be judged based on past behavior or the documents (experience certificates, awards, recommendations and so on). The track record must be matched with our requirements. We may be looking for a very loyal friend (with long term commitment) or employee for example. Once bitten, twice shy-someone who has ditched us in the past may be difficult to trust. A client asked me once, “If somebody assures that I have improved, should I forgive and move on, inspite of the bad experience in the past?” My reply was, “Do not trust such a person with an important assignment immediately.” Trust should develop slowly and more crucial the task to be entrusted with, the more trustworthy the person has to be.
Required competencies – The knowledge, skills and attitudes required for a specific task are of course critical to inspire trust. The assesment of the same can be done formally or informally depending upon the situation.
Attitude assessment – Who inspires trust to me is also a matter of my personal preferences. A selfish person may be professionally competent but I find it easier to work with collaborative (give and take) rather than selfish people. Positive and ethical people inspire more trust and I like to engage in a conversation to find out how genuinely positive and ethical a person is. I have conducted stress interviews and think on the feet exercises for years and that helps me in judging people quickly. With experience also, we tend to develop a sense of catching lies.
I am reminded of contingency theory of management, which says that each situation is unique and hence there is no standard formula for a managerial situation. These guidelines are very broad and therefore whether to trust, how much to trust, whcih tasks to trust (with) and when not to trust can only be decided based on the situation.
A smart and trustful person will be liked and respected more than an innocent and distrustful person. But to trust or not to- is an eternal question.
TRUST MAKES US GREAT
Michael Thallium’s opinion
I have no doubts that trust makes us great. In an environment where trust is high, you can do things faster and at a lower cost. We all can learn to trust not just to do things faster and at a lower cost, but to create joy, prosperity and to feel energized. The ability to learn is itself very learnable, specially at a young age. That is why it is essential to help young people to be smarter and trust. However, we all can learn how to trust regardless of our age. And believe me, it is not that hard but it isn’t easy either! It requires time, effort and commitment. Of course, the first person you have to start with is yourself: “Do you trust yourself?” and “Who trusts you?”
Now you may be wondering, “but how can you trust in a low-trust world?” To answer this question I would like to recommend two excellent books: “The Speed of Trust” and “Smart Trust” by Stephen M. R. Covey and Greg Link. They identified 13 key behaviours which high trust people have in common. The first five behaviors are character-based; the second five are competence-based; and the last three are equal parts character and competence.
- Primarily based on character: talk straight, demonstrate concern, create transparency, right wrongs, show loyalty.
- Primarily based on competence: deliver results, get better, confront reality, clarify expectations, practice accountability.
- Both character and competence: listen first, keep commitments, extend trust.
(If you wish to know a little bit more about these behaviors, please read The 13 Behaviors Of A High Trust Leader)
Maybe some people think this is just rhetorical or moralizing mambo-jambo. But it’s not! I am not talking about trusting everything and everyone you come across with. That would be a kind of “blind trust”, which is not good either. I am talking about a smart trust. And the first action you can take is choosing to believe in trust. This doesn’t depend on anybody else but you. Beliefs drive our behaviour and our actions. What you believe is more important than what you know. Do you believe you are worthy of trust? Do you believe people can be trusted? Do you believe that extending trust is a better way to live?
I already said that the first person you have to start with is you. To what extent are you giving yourself and people a person they can trust? What can you improve in relation to your character and competence so that people will extend trust to you?
Another action you can take to achieve that smart trust I mentioned before is to declare your intent and assume positive intent in others. Make yours this motto: “You are positive intended unless proven otherwise”. Do what you say you are going to do. When we don’t do what we said we were going to do, then we generate mistrust… And if you want to “regain” that trust, you’ll have to right the wrong.
Be the first one to lead out in extending trust to others. If you want to be a high trust person, take the lead! You will have self doubts. We all have! But if you take the lead to extend trust to yourself and others, then you will contribute to create a greater world. Extending trust is a continous journey. Ask yourself this question: How is someone’s life better because they’ve crossed in my path? Trust yourself and you will find some answers and, most important, you will become a greater person!