De la concreción ya hablé hace un año y medio en un artículo que titulé “El poder de la concreción”. Ahora me tocaría escribir sobre la orientación a resultados concretos. Y digo que me “tocaría”, porque dentro de una semana impartiré un curso con ese mismo título, cuya preparación -la del curso, no la del título- me está dando en qué pensar y mucho sobre lo que reflexionar. El título no lo elegí yo, aunque sí que me ha tocado dotarlo de contenido. Y mi primera reflexión fue: ¿qué es un resultado concreto? En mi opinión, todo resultado es concreto, pues es “el efecto o consecuencia de un hecho, operación o deliberación”. El asunto es que una operación puede dar varios resultados a la vez y todos ellos, por separado, son igualmente concretos. Sin embargo, lo que nos desborda es el resultado no esperado o dicho de otra forma: nos contraría mucho no obtener lo que queremos, es decir, lo que esperamos. Entonces, y retomando el título de este artículo, consideramos que hemos de orientarnos a la consecución de resultados concretos, entendiendo como tales, los resultados que esperamos.
Mi pregunta ahora para ti, lector, es: ¿podemos lograr los resultados que esperamos? La respuesta, en mi opinión, es sí… pero no siempre y en todo lugar. Depende de muchos factores e incluso la mayoría de las veces la obtención de lo que esperamos no depende de nosotros, sino de los demás.
Así pues, entre otras cosas, para orientarse a esos resultados concretos hace falta “disciplina” y una “mente disciplinada”. Empleo la palabra “disciplina” en el sentido etimológico con que José Antonio Marina la emplea en “Aprender a vivir”: “acción de aprender, de instruirse y, por extensión, enseñanza, doctrina, método”. Igualmente, utilizo el concepto “mente disciplinada” según lo explica formidablemente Howard Gardner en su magnífico libro -y que recomiendo a todos- “Las cinco mentes del futuro”: la mente disciplinada sabe cómo trabajar de manera constante a lo largo del tiempo para mejorar las habilidades y la comprensión. Así, el individuo que no cuenta en su haber con al menos una disciplina está destinado a seguir el paso que le marquen los demás.
No voy a extenderme hoy sobre este asunto, pero prometo escribir un segundo artículo sobre este tema una vez que haya impartido el curso. Hasta entonces, querido lector, te dejo con una pregunta que no es retórica: ¿cómo te orientas obtener resultados concretos? Espero tu comentario.
Michael Thallium
Global & Greatness Coach
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