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Recapitulación estival y proyección otoñal

Recapitulación estival y proyección otoñal

Michael ThalliumA modo de “recapitulación estival”, quisiera compartir con vosotros lo que he estado haciendo en los últimos meses del verano que acaba de terminar en España hace unos días así como también esbozar parte de lo que haré en los próximos meses a modo de “proyección otoñal”.

Comencé el verano con un alejamiento de las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter, porque quería tiempo para mí, tiempo para reflexionar y viajar. Y para ello, utilicé la música. En estos últimos tres meses he escuchado mucha música. Quienes me conozcan, sabrán de mi pasión por el coaching y la música. El coaching es un proceso por el cual se alcanzan metas. En este proceso, se emplea el lenguaje (las conversaciones entre coach y cliente), y la música es también un lenguaje mediante el cual se ejercita la escucha empática, la capacidad de análisis y, esencialmente, la exploración. En mi afán por incorporar la música de forma sistemática en el mundo del coaching y del transliderazgo, decidí aplicarme el cuento a mí mismo. Así que estas son algunas de las obras con las que he experimentado:

Guillaume de Machaut
Misa de Nostre Dame, Le vray remède d’amour, Le Jugement du Roi de Navarre.

Madrigales de Josquin Desprez, Thomas Morley, Thomas Weelkes y Carlo Gesualdo.

Claudio Monteverdi
Las óperas L’Orfeo y Il ritorno d’Ulisse in patria.

Henry Purcell
La ópera Dido y Eneas

Georg Philip Telemann
Tafelmusik, la Sinfonia Spirituosa, conciertos para cuerda y cuartetos para flauta, la Cantata Ino.

Johann Sebastian Bach
Los dos libros de El clave bien temperado, la Cantata del Café.

Johann Christian Bach
Sinfonías op. 1, conciertos para tecla op. 7, tríos op. 2 y op. 15, las óperas Amadis de Gaule y La Clemenza di Scipione.

Ludwig van Beethoven
Integral de las 32 sonatas para piano (una media de cuatro escuchas por sonata… sí, ya sé, ¡son muchísimas horas de escucha!), las nueve sinfonías.

Carl Maria von Weber
la ópera El cazador furtivo, las sonatas para piano n.º 2 y 3.

Franz Schubert
Las 8 sinfonías.

Robert Schumann
Concierto para cello en la menor, concierto para piano en la menor, las cuatro sinfonías.

Camille Saint-Saëns
La sinfonía n.º 3 con órgano y los cinco conciertos para piano.

Gustav Mahler
La sinfonía n.º 3.

Charles Ives
Los cuartetos n.º 1 y 2.

Arnold Schoenberg
Noche transfigurada y Pierrot Lunaire.

Béla Bartók
Concierto para viola, concierto para piano n.º 2, la ópera El castillo de Barba Azul.

Dmitri Shostakovich
La ópera Lady Macbeth de Mtsensk.

Sergei Prokoviev
La ópera El amor de las tres naranjas.

Paul Hindemith
Las operas Mathis der Maler y Mörder, Hoffnung der Frauen.

Alfred Schnittke
Sinfonía n.º 4, Requiem y el Quinteto para piano.

Alexander Shchetynsky
Las obras corales Conócete a ti mismo, Luz para alumbrar.

De las anteriores obras que he citado, en las que más me he concentrado durante el verano han sido las 32 sonatas de Beethoven y la tercera sinfonía de Gustav Mahler.

CaballoNo solo de música llené mis horas. También aproveché el tiempo para viajar a Edimburgo, en Escocia, y ver a unos viejos amigos; pasé unos días por Cantabria junto a dos amigas de la infancia a quienes quiero mucho -os aseguro que escuchar la tercera de Mahler en plena naturaleza y rodeado de montañas es toda una experiencia-; del norte de España bajé al suroeste y anduve unos días por la provincia de Cáceres; visité el Monasterio de Yuste y los alrededores -me encantó un pueblecito que se llama Garganta la Olla . Más tarde también decidí pasar un par de días con mi padre -los dos solos, algo que nunca habíamos hecho-, explorando tierras zamoranas (Toro, Villafáfila, Zamora, Fermoselle) y salmantinas (Ledesma y Salamanca).

¿Cuál es esa «proyección otoñal» de la que hablaba al principio? Bien, a pesar de que he dedicado muchísimas horas a la escucha, lo cierto es que aún así considero que son pocas para el fin que persigo. ¿Y cuál es el fin que persigo? Practicar la escucha empática, la exploración, el análisis y la conexión… Así que he decidido que durante los próximos meses de otoño dedicaré tiempo a escuchar y leer -para eso me compré las partituras- un preludio y fuga al día de El clave bien temperado de Johann Sebastian Bach (en total son 48 preludios y fugas, así que espero haber terminado dentro de unos dos meses, hacia finales de noviembre); igualmente, dedicaré una semana a cada una de las sonatas de Beethoven (en total son 32, así que esta tarea me llevará unos ocho meses, casi lo que dura un embarazo, hasta la llegada de la próxima primavera).

Hay personas que necesitan de drogas para alcanzar un estado de relajación o de concentración o de meditación elevado. Os aseguro que si os sumergís en las tres últimas sonatas de Beethoven (las n.º 30, 31 y 32) alcanzaréis un estado de meditación elevadísimo y mucho más sano del que podáis alcanzar con cualquier droga.

Así que ahora que está a punto de comenzar un nuevo año fiscal, retomo mis colaboraciones por Internet y os anuncio que, en los próximos nueve meses -ahora sí que sí, todo un parto-, concluiré y presentaré mi tesis doctoral sobre coaching, comunicación y mundialización -algo que llevo años posponiendo- y, por supuesto, continuaré desarrollando mi actividad profesional. ¡Así que manos a la obra! Os dejo mi último descubrimiento musical: un compositor ucraniano llamado Alexander Shchetynsky y su sinfonía para coro mixto titulada Conócete a ti mismo:

Michael Thallium
Global Greatness Coach
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Michael ThalliumHere you are my summer recapitulation. I would like to share with you what I have been doing over the last months of a summer which has just finished a couple of days ago, here in Spain. I would also like to sketch out what I call my «autumnal projection», that is, what I will be doing over the coming months.

I started the summer by taking a distance from the Internet and the social media, particularly from Facebook and Twitter. I needed time for myself, for some reflection, for some travelling. And I used music to do so. Over the last three months I have listened to lots of music. Those of you who know me, you will know of my passion for coaching and music. Coaching is a process by which a person can achieve goals. In this process, we use language (the conversations between the coach and the coachees), and music is also a powerful language we can take advantage of in order to practice our empathic listening, our analyzing ability and, essentially, our ability to explore and experiment. In my desire to systematically integrate music in the coaching and transleadership world, I decided to walk the talk myself. So, here you are some of the works I have been experimenting with:

Guillaume de Machaut
Misa de Nostre Dame, Le vray remède d’amour and Le Jugement du Roi de Navarre.

Madrigals by Josquin Desprez, Thomas Morley, Thomas Weelkes and Carlo Gesualdo.

Claudio Monteverdi
The operas L’Orfeo and Il ritorno d’Ulisse in patria.

Henry Purcell
The opera Dido y Aeneas

Georg Philip Telemann
Tafelmusik, Sinfonia Spirituosa, string concertos and flute quartets, Ino Cantata.

Johann Sebastian Bach
The two books of The Well Tempered Clavier and The Coffee Cantata.

Johann Christian Bach
Sinfonias op. 1, Keyboard Concertos op. 7, Trios op. 2 & op. 15, the operas Amadis de Gaule and La Clemenza di Scipione.

Ludwig van Beethoven
Complete 32 sonatas for piano (I listened around for times to each sonata… yes, I know, I know, it’s a lot of listening hours!), and the nine symphonies.

Carl Maria von Weber
The opera Der Freischütz and the piano sonatas nos. 2 & 3.

Franz Schubert
The eight symphonies.

Robert Schumann
Cello Concerto in A minor, Piano Concerto in A minor and the four symphonies.

Camille Saint-Saëns
Symphony no. 3 and the five piano concertos.

Gustav Mahler
Symphony no. 3.

Charles Ives
Quartets nos. 1 & 2.

Arnold Schoenberg
Verklärte Nacht and Pierrot Lunaire.

Béla Bartók
Viola Concerto, Piano Concerto no. 2, the opera Duke Bluebeard’s Castle.

Dmitri Shostakovich
The opera Lady Macbeth von Mzensk.

Sergei Prokoviev
The opera L’Amour des Trois Oranges.

Paul Hindemith
The operas Mathis der Maler and Mörder, Hoffnung der Frauen.

Alfred Schnittke
Symphony no. 4, Requiem and el Piano Quintet.

Alexander Shchetynsky
The choral works Know Yourself, Light to Lighten.

From the above mentioned works, I focused more on the complete sonatas by Beethoven and Mahler’s 3rd Symphony.

CaballoBut I not only filled my hours with music. I also took the chance to make a trip to Edinburgh, in Scotland, and visit some old friends. Then I travelled to Cantabria, in the north of Spain, with two beloved friends from childhood. I can tell you it is an amazing experience to listen to Mahler’s 3rd Symphony in the nature and surrounded by breathtaking mountains. From the north of Spain I came down to the southwest. I spent some days in the province of Caceres visiting different places such as the Monastery of Yuste, the place where the Holy Roman Emperor Charles 5th retired and died. I particularly liked a small village called Garganta la Olla, which I recommend you to visit if you ever come to Spain and visit that region. Then I decided it was time for me to spend some time with my dad alone -something we had never done before- and we both decided to «explore» different places in the Castillian region, places such as Toro, Villafafila, Zamora, Fermoselle, Ledesma and Salamanca.

And what is that «autumnal projection» I mentioned at the beginning of this post? Well, despite of all those listening hours I spent, the fact is that I still consider they were not enough in order to achieve my goal? And what is my goal? To practice the empathic listening, the exploration, the analysis and the connection… So, I decided to dedicate the coming months to listen to and read -that’s why I bought the scores- The Well Tempered Clavier by Bach, one Prelude & Fugue a day (there are a total of 48 preludes and fugues, so I hope I can finish with it in two months, that is, by the end of November); equally, I will dedicate a week to each sonata by Beethoven (there are 32 of them, so it will take me around eight months to complete the task… and that means I will be finishing by the time Spring arrives next year).

Some people need drugs in order to reach an elevated state of relaxation or concentration or meditation. I can tell you that if you immerse yourself into Beethoven’s last sonatas (nos. 30, 31 & 32), you will reach the highest state of meditation and much healthier than what you can expect from the use of any drugs.

Now that the new fiscal year is about to start, I pick up my Internet collaborations again. It is also my intention to finish my PhD thesis on coaching, communication and globalisation -something that I have been putting off for years- and to keep on developing my professional activity. So, get on with it! I leave you here with my last musical discovery: a Ukrainian composer whose name is Alexander Shchetynsky and his symphony for mixed choir entitled Know Yourself:

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